En Instagram te pueden seguir miles de personas que no van a ir tu restaurante nunca, pero disfrutan de tus imágenes. Por el contrario, tu sitio web está optimizado para atender a tus clientes regulares y potenciales únicamente. Allí está toda la información que tus clientes necesitan, como menús, horarios, días especiales, precios, pedidos a domicilio y gestionarla es muy sencillo.

Todo el contenido está pensado para convertir los visitantes en clientes y no necesitas generar nuevas imágenes a diario.

Un sito web te permite conocer tu nicho en detalle: sus datos demográficos, sus intereses, edades. Te permite recolectar información como sus correos electrónicos. Es decir, tendrías a mano toda la información necesaria para tomar decisiones de mercadeo adecuadas y, además, disponer de mecanismos de contacto personalizados que son imposibles de obtener desde una red social.

Dejas de depender de las redes sociales para la promoción de tu restaurante. Por ejemplo, a finales de 2017, Facebook cambió su algoritmo logrando que sus usuarios vieran principalmente información de sus amigos y los grupos con los cuales interactuaban más. Esto dejó fuera de juego a muchísimas empresas que habían confiado en esa plataforma para promover sus productos y servicios. ¿Quien puede garantizar que situaciones similares no se repitan en Instagram?

Instagram es extraordinariamente popular, pero NO todos tus clientes potenciales están allí. Muchos pueden estar en otras redes sociales o sencillamente no usarlas con frecuencia. Un sitio web te permite llegar a esos sectores y consolidar tu presencia en las redes que ya estes usando.